El día de la boda es siempre uno de los momentos más emocionantes y bonitos por los que pasan los novios a lo largo de su relación, ya que, además de afianzar sus compromisos, supone una forma de mostrar al mundo su amor. A pesar de ello, pasar por el altar no siempre es tarea fácil al requerir de cientos de preparativos para celebrar por todo lo alto el gran día. Y es que los meses de planificación y organización necesarios para casarse, pueden llegar a resultar muy angustiosos, provocando un estado de nerviosismo generalizado en los novios y sus familiares, y en ocasiones, incluso una crisis de pareja a causa de la tensión acumulada.

La larga lista de tareas pendientes como la elección del menú que se servirá en la celebración, la búsqueda del vestido perfecto, sin olvidar los anillos, así como otras tareas imprescindibles de cara a que todo salga lo mejor posible, no dejan de afectar además negativamente a los novios, causando irritabilidad, trastornos en el peso o la piel, y un largo etcétera de pequeñas consecuencias debidas al sobre esfuerzo y el cansancio. Estos trastornos pueden por el contrario evitarse siempre que se sigan una serie de consejos útiles para obtener la relajación necesaria, y para evitar los efectos negativos del estrés sobre la imagen y la salud antes del gran día:

Sé optimista. No hay mayor forma de conseguir que las cosas salgan bien que creer de antemano que lo harán. Debes recordar que la mente puede ser un potente aliado siempre que no dejes de pensar en positivo. Y si te ves sobrepasado por las diferentes situaciones en torno al enlace no dudes en realizar una visita a webs de clasificados, donde podrás encontrar cursos de relajación para aprender a afrontar las situaciones que se presenten de una forma mucho más alegre.

Planifica las actividades a realizar. Escribir en un cuaderno todas las tareas pendientes no sólo te ayudará a organizarte, sino que conseguirá que tu mente se relaje ante el miedo a olvidar algo imprescindible./p>

No cargues con todo y aprende a delegar funciones. No cabe duda de que una boda es algo muy personal, por lo que como protagonistas querremos formar siempre parte de la organización. A pesar de ello, aprender a permanecer tranquilos permitiendo a familiares y amigos que ayuden con lo que aún queda por hacer, nos servirá para dejar la ansiedad de lado, y para tomarnos los preparativos de forma más relajada.

Haz ejercicio. Mantener tu rutina en el gimnasio te ayudará a liberar tensiones, uno de los grandes beneficios de la actividad física y el deporte. Y si te aburre estar en espacios cerrados, bucea en las páginas de anuncios clasificados en la red, donde además podrás elegir un apartamento en alquiler si aún no tienes casa a la que trasladarte tras tu boda, y hazte con una bici o unos patines para realizar ejercicio al aire libre.

Duerme bien. Dormir al menos ocho horas evitará que tu piel se vea apagada y que parezcas cansado y envejecido. Si te cuesta conciliar el sueño toma una infusión  relajante antes de dormir y procura olvidar las preocupaciones relajándote con un buen libro.

Sé paciente y date algún capricho. La tensión acumulada puede llegar a provocar cambios de humor y peleas, por lo que resulta básico recordar que son las preocupaciones externas las que nos llevan a la situación de ansiedad. Para relajarte, date un capricho una vez al mes mientras preparas tu enlace, y acude a algún centro de masajes para eliminar tensiones y sentirte más a gusto contigo mismo.

cortesía: http://superbodas.blogspot.com